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200 bocados y todavía está vivo

  • mayo 7, 2025
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El hombre que podría ser clave para crear el antiveneno universal Tim Friede es un personaje ordinario que ha sido mordido más de 200 veces por diversas serpientes

200 bocados y todavía está vivo

El hombre que podría ser clave para crear el antiveneno universal

Tim Friede es un personaje ordinario que ha sido mordido más de 200 veces por diversas serpientes venenosas, muchas de esas mordeduras son intencionadas y en sus propias palabras, forman parte de un arduo proceso de experimentación. Su ambición es convertirse en inmune al veneno de estos reptiles letales y, de este modo, contribuir en el desarrollo de un antídoto que sea efectivo y más accesible. Originario de Wisconsin, en los Estados Unidos, Friede no ha escatimado esfuerzos al exponerse voluntariamente a los venenos de Mambas, Cobras y Tapanes, comenzando con inyecciones de pequeñas dosis y, eventualmente, permitiendo que las serpientes lo muerdan directamente.

Al referirse a su experiencia inicial, Friede compartió: «Al principio tenía mucho miedo, pero aprendí a controlarlo con el tiempo». Su método es sumamente arriesgado y, aunque no se recomienda, ha despertado el interés y la curiosidad de la comunidad científica. Los investigadores creen que la sangre de Friede podría ser una pieza clave en la creación de un antiveneno más universal y humano, lo que también abre un abanico de posibilidades para el tratamiento de mordeduras de serpiente en el futuro.

En la actualidad, los antiveninos se producen a partir de la sangre de animales inyectores, como caballos, de quienes se en los anticuerpos generados por la exposición a los venenos. Este proceso, si bien ha funcionado hasta cierto punto, tiene sus limitaciones: estos tratamientos suelen ser específicos para ciertas especies de serpientes, lo que a menudo puede generar reacciones adversas en los seres humanos.

Sin embargo, la investigación que involucra a Friede podría transformar este enfoque. Peter Kwong, un destacado científico de la Universidad de Columbia, lideró un estudio que fue publicado en la revista Celula, donde se identificaron dos anticuerpos en la sangre de Friede que tienen la capacidad de neutralizar las toxinas producidas por varias especies de serpientes. Este descubrimiento representa un avance significativo hacia la creación de un antiveneno de amplio espectro que podría salvar vidas en situaciones críticas.

A pesar de estos avances, es importante señalar que el tratamiento aún se encuentra en sus etapas iniciales. Hasta ahora, solo se ha probado en ratones, y se estima que pasarán varios años antes de que se inicien los ensayos clínicos en humanos. Además, hay un obstáculo considerable en el camino, ya que este antiveneno experimental aún no ha demostrado ser efectivo contra todas las serpientes; las víboras, como la famosa serpiente de cascabel, continúan siendo un gran desafío.

La travesía de Friede no ha estado exenta de consecuencias severas, ya que ha sido hospitalizado en más de una ocasión y ha perdido parte de un dedo. En la actualidad, está colaborando con Centivax, una empresa que tiene como objetivo convertir esta investigación innovadora en un tratamiento viable que pueda ser utilizado por profesionales de la salud en el campo.

Aunque su historia es sin duda única y ha capturado la atención de la comunidad científica global, Friede lanza una clara advertencia a quienes piensan seguir sus pasos:
«No intentes esto. No vale la pena arriesgar la vida».

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